La combinación de malas políticas oficiales sumado a las difíciles condiciones climáticas han dejado a los cereales emblema de la Argentina a niveles críticos de stock. Cómo se sale de esta fiebre?
Con el pretexto de evitar la inflación de la canasta familiar de los argentinos el gobierno nacional viene manipulando los mercados del Trigo y del Maíz. Una serie de idas y vueltas que quitaron transparencia y previsibilidad a los mercados que quedaron a merced de los caprichos del secretario de comercio. Resultando de ello una reducción de las áreas de siembra de estos cultivos y la consabida concentración en el cultivo de Soja, tan criticado, estigmatizado y promovido por el gobierno.
Sumado a la reducción de superficie, el invierno y primavera de nuestro país a traído una sequía con pocos antecedentes que ha llevado a los cereales a niveles críticos de producción.
En el caso del Trigo, sólo hay posibilidad rindes aceptables en el sur de Buenos Aires donde el invierno ha sido muy riguroso en bajas temperaturas pero con precipitaciones buenas. Está gran parte por definir ya que recién se cosecha hacia fin de año. La zonas norte, está en general perdida por falta de lluvias. En zona centro sólo tienen buen estado los cultivos ubicados en Entre Ríos donde recibieron un poco de precipitaciones primaverales. Así vemos que la bolsa de harina a llegado a quintuplicar su valor y el kg de pan cuesta $ 20 o bien 3 a 4 U$D (dolar oficial). Como vemos la mesa de los Argentinos no ha sido beneficiada. Estamos a días de la nueva cosecha que traerá algo de alivio al mercado pero que no recuperará los niveles, previéndose un año por delante complicado en abastecimiento.
El caso del Maíz, tan necesario para mantener los niveles de materia orgánica de los suelos, y el alimento base de toda producción animal, está sufriendo un destino bastante parecido al del Trigo. La baja rentabilidad del cultivo, fruto de las retenciones aplicadas y del manoseo de su mercado ya redujo su intención de siembra. En campos alquilados es casi inviable hacer el cultivo. Las siembras de primera se hacen en zona núcleo a partir de Septiembre y hasta Octubre, ya que posteriormente el desarrollo del cultivo hace que su etapa de mayor sensibilidad (la floración) ocurra en enero mes de altas temperaturas y poca humedad. Por esto las siembras de primera fecha serán muy escasas. Se sembrará algo más de segunda, a partir de diciembre pero esta producción recién llegará entrando al invierno. Todo hace que el llamado "empalme" entre el stock de la cosecha vieja y la nueva sea difícil, pudiéndose ver picos de precios en esos meses.
El Maíz es la base de alimentación de aves, cerdos, vacas y hasta perros, todo con impacto en la canasta básica de nuestra gente.
Los cereales son históricamente base de la agricultura argentina, y generan un nivel de actividad al sector muy importante. La tendencia al monocultivo de Soja nos hace más vulnerables, al clima, al mercado, y menos sustentables. Es casi imposible generar un nivel de producción bueno con mercados distorsionados.
Para salir de esta trampa debemos sincerar el mercado, abrir las exportaciones, sacar las retenciones y si se quieren aplicar políticas activas, que sean créditos a tasas bajas para estimular la siembra de cereales. Es triste y no queremos nunca más ver un país que fue el granero del mundo, sufriendo por una bolsa de harina.
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