El desánimo no paga las cuentas. Si bien es evidente que existen razones concretas para la queja, y es claro que debemos trabajar, todo el sector, para revertirlas, no es menos cierto que la economía se alimenta de expectativas. Mientras nuestro mercado crea que le irá peor, así será, la vieja historia de la profecía autocumplida. Estamos en un sector con gran presente y mejor futuro, sólo debemos realizar correcciones a nivel política agropecuaria, ya que es evidente, las actuales están asfixiando a los eslabones más débiles del nuestro sector.
Muchas son las virtudes de nuestra gente de campo, y las valoramos siempre: aguerridos, trabajadores, con capacidad de inventiva, y muy emprendedores. Pero entre nuestras debilidades, seguramente se encuentra la falta de objetividad y de planificación. La mirada corta, coyuntural, nos hace a nivel particular y también a nivel sectorial sobre estimar los buenos momentos y tomar decisiones demasiado audaces, y también sobre actuar los momentos difíciles con la ola de pesimismo.
Los ciclos económicos se nutren, no sólo aquí, de este fenómeno. Las grandes fortunas se edificaron captando oportunidades, donde otros sólo veían peligros. Así, el que decide dedicarse a la producción porcina en el buen momento, ha estado condenado a vender su producción en el momento de bajos precios. Por esto hay que tratar de leer el mercado y analizar concienzudamente el horizonte económico en busca de oportunidades. Nuestro campo las brinda, cada día, sólo hay que encontrarlas...
El análisis del mundo muestra claramente que cada año surgen millones de nuevos consumidores de clase media ávidos de consumir carnes y productos alimenticios elaborados. Las tierras agrícolas son limitadas, y salvo áfrica y algunos sectores de latinoamérica las posibilidades de crecimiento productivo son acotadas. Nuestra región está destinada a alimentar gran parte del mundo, y la aplicación de tecnología hace posible que nuestra productividad crezca y mucho.
El análisis del mundo muestra claramente que cada año surgen millones de nuevos consumidores de clase media ávidos de consumir carnes y productos alimenticios elaborados. Las tierras agrícolas son limitadas, y salvo áfrica y algunos sectores de latinoamérica las posibilidades de crecimiento productivo son acotadas. Nuestra región está destinada a alimentar gran parte del mundo, y la aplicación de tecnología hace posible que nuestra productividad crezca y mucho.
El gran salto lo daremos con el uso de los transgénicos, que aunque discutidos, están permitiendo hoy aumentar los rindes de manera muy significativa. Además, no menos importante es la posibilidad de producir medicamentos y substancias industriales a partir de cultivos agrícolas o producciones animales específicas, ejemplo, hormonas en leche vacuna, etc. Otro aspecto que será muy importante en la próxima década es la generalización del riego y la mejora de eficiencia del uso del agua. La agricultura de precisión será aplicada a cada tipo de producción.
Pensemos ahora en emprender estos desafíos con maquinarias agrícolas que tienen 30 años como muchos de nuestros tractores? Por esto, creemos que las inversiones básicas se deben ir realizando, año a año, planificadamente, más allá de los ciclos y del humor imperante
Hoy tenemos en un sistema de financiación en pesos a tasas fijas que en el escenario inflacionario da tasa negativas. Explicándolo mejor, financiamos con tasas en pesos a TASA FIJA (es decir que no aumentará, aunque cambien las condiciones económicas) con valores del 7 al 16% e inflación del 25 al 35% según el producto, implica que las tasas reales que estamos pagando son del 10 al 20% negativas. Quienes tengan acceso a estos créditos deben aprovecharlos, las inversiones se hacen con financiación, la caja, es decir el efectivo disponible es para atender los compromisos de corto plazo.
Podemos quedarnos en casa quejándonos, o podemos pensar cómo puedo sacar provecho de la actual situación. En todas las épocas, hubo buenas y malas políticas gubernamentales, y siempre y en cada caso hay ganadores y perdedores. Cómo aprovechar las situaciones es clave.
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